El método Cambra es fundamental y vital en cualquier clínica dental que se dedique a odontopediatría.
Las caries no es cuestión solo de suerte, o de que tienes un esmalte débil o de que comen chucherías.
Existe un protocolo de diagnóstico, protocolo y prevención de la caries en primera infancial revisado y modificado en julio de este mismo año por la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP).
El siguiente enlace os llevará allí.
http://odontologiapediatrica.com/img/CAMBRA_SEOP.pdf
El cuestionario CAMBRA nos da las pautas para valorar los indicadores de caries, unos factores de riesgo y unos factores de protección de caries, que nos inclinan la balanza hacia el lado de la salud o de la enfermedad de caries. Teniendo esos factores, podemos decidir si el paciente tiene poco o mucho riesgo de desarrollar caries y en función de ese diagnóstico, se establecen las medidas preventivas oportunas.

En todo paciente pediátrico hay que hacer revisiones periódicas de asesoramiento dietético, control de higiene oral, control de hábitos y radiografías si son necesarias. Estas revisiones se programan según ese riesgo de caries: anual en niños con bajo riesgo de caries, semestral en riesgo medio y trimestral/mensual en niños con riesgo extremo.

Pacientes de bajo riesgo. Es recomendable:
Cepillado 2 veces/día 2 minutos
Supervisado del cepillado por los padres
Imprescindible por la noche
Escupir y no aclarar con agua
Cantidad
0-3 años: 1000 ppm de ión flúor, tamaño grano de arroz
3-5 años: 1000 ppm de ión flúor, tamaño guisante
≥ 6 años: 1450 ppm de ión flúor, tamaño guisante

Pacientes de riesgo moderado. Es recomendable:
Además de lo anterior, y de que la concentración de flúor para 3-5 años debe ser ya de 1450 ppm, destaca la recomendación EXPRESA a los padres/cuidadores de utilizar colutorios en ellos mismos que disminuyan el riesgo de transmisión de gérmenes cariogénicos a sus hijos.

Pacientes de riesgo alto. Es recomendable:
Además de todo lo anterior, está indicado el uso de test salivares, utilización de cremas al agua con derivados de la caseína, las restauraciones que se hagan deben liberar flúor, y por supuesto se harán selladores donde sea necesario para evitar el riesgo de caries.

El hecho de poner en marcha todas estas medidas preventivas no garantiza que no vayan a salir caries, pero si las pautas están establecidas, aparecen menos caries, las caries sólo de esmalte se estabilizan y las más graves progresan más despacio.

¿Cuál es el objetivo final? conseguir a medio y a largo plazo no tener caries.