Mi hijo tiene miedo a los médicos, batas, dentistas ….¿qué hago?

Los miedos forman parte de nuestra estructura emocional como personas. Todos los seres humanos sentimos y convivimos con diferentes miedos, unos más racionales y otros más irracionales. 

El miedo es algo que puede aparecer en todos los niños. Es una reacción fisiológica diseñada para evitar situaciones de peligro, inmediato o próximo. Tu hijo puede haber expresado miedo en situaciones tan normales como irse a dormir, quedarse a oscuras, un perro que se acerca, ir a la escuela, situaciones nuevas que le incomodan, etc.

Los miedos en los niños van cambiando según su edad y, normalmente, no se tienen miedo a las mismas situaciones a medida que crecen. La clave está en acompañarlos y superarlos, cada uno en su momento. Hay que evitar que se queden enclavados y que acumulen miedos a lo largo de su crecimiento.

Miedo a extraños: muy común en niños menores de un año. Se ponen a llorar en brazos de personas distintas a papá o mamá, por ej.

Miedo a quedarse solos: sobre los dos años, le cuesta separarse cuando tienes que ir a trabajar o ausentarte un rato.

Miedos a situaciones abstractas: miedo a los monstruos que vienen de noche, fantasmas, o miedos a situaciones físicas como perros, gatos, payasos incluso.

Miedos más relacionados con la realidad en niños más mayorcitos, de 5 a 10 años: miedos a robos, a que le hagan daño, a relacionarse con otros, miedo a lo desconocido. 

En todas las edades por tanto puede haber miedo a las personas relacionadas con la salud: personas vestidas de una forma extraña, que se acercan a tí y quieren verte, observar y diagnosticar una enfermedad en tu boca, en otra parte, o estás malito y hay que explorar.

¿Qué hago?

Primero, no asustarnos, no ponernos nerviosos, o que no noten que nosotros nos ponemos nerviosos.

No se le va a hacer daño, los dentistas estamos aquí para ayudar, no para hacer daño ni para que se piense que le vamos a hacer daños.

Los dentistas sabemos que sus miedos están ahí. Para ellos es tan real como que no saben qué se les va a hacer y  por eso están alerta.

Los dentistas de niños sabemos que los padres son superimportantes. Ellos están para acompañar y transformar ese miedo. No se van a ir de su lado y van a estar al lado para que se sientan acompañados.

Entre todos, hablando, podemos preguntar a qué se tiene miedo para poder anularlo. Si le da miedo el ruido, pues se enseñan los instrumentos para que comprueben que no duelen. Si les da miedo quedarse solos, hablar y decirles que papá y mamá no se van a ir y van a estar a su lado. Si les inquieta la situación porque todo es desconocido, calmarlos y hablar con cariño. Si piensan que se les va a hacer daño, hay que conseguir convencerlos de que nadie le va a hacer daño.

 

 

 

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