Sí, por favor, los papás tienen derecho a estar en la clínica con sus hijos.
Y nuestros hijos tienen el derecho de estar acompañados en todo momento por su papá o su mamá o ambos.
¿Cómo va a tener menos miedo un niño solo que con su familia? Ni mucho menos, los niños se sienten protegidos si están las personas que quieren a su lado.
Como padres, nuestra obligación es estar con ellos, acompañarlos, consolarlos, supervisar que se les trate con respeto y delicadeza.
Buscad dentistas respetuosos porque vuestros hijos e hijas lo merecen.
Cuando encontreis uno que os guste, llamarlo y preguntad si dejan que los papás estén dentro con ellos, y vosotros elegís si quereis así o no. Es vuestra elección, si os dejan fuera y vosotros quereis entrar con ellos, por favor decidlo al entrar en la clínica o preguntarlo siempre antes de ir para que no haya sorpresas. Si aun así no os dejan pasar, es vuestra elección cambiar a otro profesional que sí deje.
Que los papás puedan pasar a la clínica NO tiene que determinar el buen o mal hacer del profesional. Las normas de cada dentista son las que hay que respetar. Ahora bien, al igual que tienes el derecho a cambiar de pediatra, tienes derecho, y debes, cambiar de odontopediatra si no te infunde confianza o crees que tu hijo no puede sentirse cómodo con él/ella.
Termino con la Carta Europea de los niños hospitalizados, que en el punto 3.c dice lo siguiente:
«Derecho a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya, el máximo tiempo posible, durante su permanencia en el hospital, no como espectadores pasivos sino como elementos activos de la vida hospitalaria, sin que eso comporte costes adicionales; el ejercicio de este derecho no debe perjudicar en modo alguno ni obstaculizar la aplicación de los tratamientos a los que hay que someter al niño».