Desde casa, tomándonos un café y con el ordenador. Es una necesidad vital ante la demanda de los pacientes debido a esta situación que nos ha tocado vivir. Gestionamos de forma sencilla y directa la reunión en horario de 10 a 19.00 horas.

¿Para qué?

Se pueden hacer muchas consultas sobre la boca de tu hijo hablando con el profesional; no es necesario en muchos casos estar enfrente sentado en una silla. Hoy en día se puede hacer sentado cada uno en su lugar de trabajo, en su casa, en su terraza. Hay tiempo para hablar y para comentar qué problema se tiene, por qué demanda un dentista pediátrico, qué experiencias ha tenido previas, y así poder planificar en el caso de que haga falta vernos en la clínica qué se va a hacer.

De este modo disminuimos el tiempo en la consulta, los niños vienen preparados porque se les ha dicho previamente qué se les va a hacer, cómo va a ir la cita, etc.

Tengo la suerte de tener pacientes de muchas partes de España y fuera de España que periódicamente vienen a revisión ya sea de forma presencial o por videoconferencia. Vienen de sitios tan dispares como Toledo, Álava, Las Palmas de Gran Canaria, Suiza o Inglaterra.

Esto ya nos ha hecho ganar mucha experiencia en la incorporación de la consulta dental por videoconferencia para solventar imprevistos de última hora como retrasos en aviones, niños que se resfrían o este maldito coronavirus.

Si no vives cerca de la clínica puedes seguir consultando desde casa. Es que es superfácil y cómodo.

A pesar de que yo veo todo ventajas, hay familias que no le ven el sentido a esta forma de trabajar. Ellos se lo pierden.

Aquí van los datos sobre digitalización: «el 67% de la población española busca información sobre salud en internet y el 40% ha concretado una cita médica online durante la pandemia», citado por TopDoctors España.